LA INCOMPETENCIA ES TANTO MAS DAÑINA CUANTO MAYOR ES EL PODER DEL INCOMPETENTE (Francisco Ayala)

viernes, 29 de junio de 2012

¿IMPROVISACIÓN?, ¡QUIÁ!, EUROMILLONES


Hace 3 meses la solución de todos nuestros males pasaba por apretarse el cinturón (nosotros), recortar los derechos laborales y el estado de bienestar (nuestro) y pagar religiosamente. Hace dos meses el remedio se llamaba crecimiento. Desde hace 10 días no hay futuro sin unión fiscal y política europea.
Con esta claridad de ideas se reunieron ayer los “líderes europeos” para encontrar una solución. Lo hicieron a las 11 de la noche, supongo que para no perderse el partido de fútbol. A esta hora la mayoría de ellos están habitualmente en la cama siguiendo las pautas comunes de la gran mayoría de ciudadanos europeos, excepto Rajoy que hojea los titulares del Marca del día siguiente. Terminaron la reunión pasadas las cuatro de la mañana.

No pude evitar imaginarme la reunión. Los menos aplicados, sin un euro en el bolsillo, bastante numerosos y alguno de ellos con muestras de haber tomado algún Red Bull o algo más fuerte, excitados y un tanto dispersos; los que tenían “pasta”, procurando que no los sableasen y con ganas de terminar la fiesta sin demasiados daños en su bolsillo; los que fueron por verse obligados, mirando compulsivamente el reloj, bostezando con cierto disimulo y preguntándose cuando se terminaría aquel coñazo. Cuando ni los más animados conseguían mantener el ambiente y estaba claro que las parejas ya estaban establecidas y los que no habían ligado ya no lo harían, se puso fin al cotarro entre sonrisas impacientes, apretones de manos y abrazos corteses. Eso sí, quedaron para desayunar y seguir la fiesta que para eso habían venido. A las diez de la mañana los más madrugadores atacaban los bollos y cruasanes.

¿Conclusiones?, poca cosa, seguirán trabajando sin precipitaciones, le levantan el castigo a los malos condicionado a su buen comportamiento y harán una porra al euromillones que parece el camino más directo para volver a ser ricos y no ser tachados de improvisadores. Durante unos días subirá la Bolsa y bajará la prima, hincharán pecho los de siempre y se felicitarán exultantes sin dejar de poner peajes, recortar los derechos sociales y podar el Estado.

¿Y nosotros?, pues igual, mucho fútbol, JJOO, Tour de Francia y Fórmula 1 y menos libros de texto, ayudas sociales, derechos laborales y bienestar. ¡Que alivio saber que estamos en manos de individuos tan clarividentes!

jueves, 28 de junio de 2012

UN GRAN NEGOCIO



 Exponen los técnicos de la Agencia Tributaria que el fraude fiscal se puede cifrar en unos 38.000 millones de euros y que un 70% de esa cifra, 27.000 millones, procede del fraude de las grandes empresas y fortunas. Manifiestan también que la persecución de ese fraude no es posible por falta de medios y de decisión política. Perfecto, tenemos localizados a los evasores fiscales y es poco probable que huyan. La situación ideal para los perseguidores de la delincuencia. Una pega, no queremos capturarlos.

No hay duda de que sería un gran negocio en estos momentos de penuria disponer de unos miles de inspectores adicionales que, al precio actual de mercado y contratados temporalmente con la cobertura de las nuevas leyes, nos costarían una minucia comparada con los enormes beneficios que obtendríamos. Otra pega, los que deberían contratarlos rehuyen hacerlo.

En este guirigay económico al que asistimos con estupefacción, las únicas palabras que hemos oído a los responsables de Economía y Hacienda sobre persecución del fraude han sido en relación con los perceptores de las prestaciones por desempleo y las asistentas domésticas. Sí señor, esto es afrontar el problema con sensatez y responsabilidad.

El Roto tiene razón. Los que se presentan como “el poder” no son más que “el servicio” de los que realmente lo detentan y estos han decidido quedarse con todo tras observar nuestra sumisión. ¡Qué carcajadas deben escucharse cuando esos sujetos oyen las alabanzas a la “serenidad del pueblo español en estos tiempos de crisis”!.

domingo, 24 de junio de 2012

YO QUIERO SER BANQUERO

Se suceden con regularidad subastas de deuda pública del Reino de España que desde hace algún tiempo han sido cubiertas mayoritariamente por bancos españoles. El interés que percibirán ha llegado a superar el 7%. ¿De dónde proviene ese dinero?, de los créditos que el BCE les ha facilitado al 1%. El Banco de España es socio accionista y miembro del consejo de administración del BCE, que ha concedido esos créditos para recomprarlos inmediatamente con un elevado interés. Esto es lo que se denomina lógica económica que evidentemente sólo comparte con la lógica aristotélica el enunciado de la palabra. Ese debe ser el motivo de mi incomprensión, la lógica económica no está al alcance de mentes inferiores para quienes se deja a Sócrates, Kant, Heidegger, Adam Smith o Carlos Marx, banales y edulcorados pensadores.
Aunque tonto, yo quiero ser banquero. ¿Dónde se reparten las fichas?

viernes, 22 de junio de 2012

DOS SOLUCIONES ECONÓMICAS


Vivimos tiempos de crisis económica y de otras crisis bastante más peligrosas y dañinas, aunque no se hable de ellas, ni lo haré yo, al menos hoy. Como todos los días los medios de comunicación son monopolizados por esta única noticia y tengo la costumbre desde mi infancia de seguirlos, creo que ya he escuchado todas las posiciones y todas las perspectivas de las posibles soluciones, eso sí, rigurosamente encuadradas dentro del capitalismo ortodoxo que como ya sabemos es la única verdad rebelada junto al Espíritu Santo y el derecho de propiedad. Con todas sus variantes, considero que es posible, en un ejercicio de síntesis, englobar todas las propuestas en dos grandes grupos genéricos.


Unos, en abrumadora mayoría hasta hace unos días, abogan por el sacrificio según la tradición luterana, incluyéndose en este grupo toda la católica derecha española, y proponen el ineludible e inmediato pago de la deuda como medio de expiación de nuestros pecados y que asumamos la penitencia, aportación católica del remedio, en forma de penurias: paro, pobreza, enfermedad, ignorancia, inseguridad, emigración, peajes, esclavitud laboral, represión ciudadana y sumisión al poder. Hay alguna más, pero he dejado diez, como las plagas bíblicas, lo que me parece una analogía chachi para ilustrar este camino. Así, como en la Paz de Westfalia, quienes pierden son los países del católico sur e Irlanda, el patito feo y católico del norte, poniendo fin, espero que esta vez de forma definitiva, a la contrarreforma, con la aceptación, también después de 30 años como entonces, de la victoria de los poderosos norteños Reagan y Thatcher. arietes políticos de Milton Friedman y Friedrich Hayek, cuya labor han continuado con ahínco Clinton, Major, Bush, Blair, Aznar, Merkel, Sarkozy, Berlusconi, Zapatero, Obama y ahora Rajoy, bien apoyados por Volker, Greenspan, Bernanke, Wall Street , la City, Goldman Sachs, el Financial Times y, por supuesto, los medios de comunicación nacionales mayoritariamente afines en todos los países. Asumo que Zapatero y Obama parecería que no encajan en este grupo, pero el primero es responsable de haber tolerado y ampliado la burbuja inmobiliaria alimentada en la época Aznar y Obama ha preferido mantenerse en el sillón que enfrentarse a los poderosos grupos económicos neoliberales, renunciando así a tomar medidas que contribuyesen a invertir la deriva económica, ecológica y social a la que nos vemos abocados, limitándose a un suave maquillaje para tapar algunos granos y a intentar que no se le suba a las barbas el extremista y darwinista social y económico en que ha devenido el Partido Republicano.


Desde hace unas semanas tenemos un grupo minoritario y escasamente organizado, surgido a la estela de Hollande, y al que parece sumarse Obama, que apuesta por el crecimiento como solución de nuestros males y por Keynes como guía mesiánico redivivo, cual Moisés en su travesía del desierto. Esta apuesta estima que podemos salir del excepcional problema actual creando otro problema que nos libere del original. Así, poniendo a trabajar a marchas forzadas a la máquina de hacer dinero, comprando a través del BCE la deuda en manos de los mercados, aumentado sensiblemente la inflación y devaluando el euro podríamos disponer de recursos para disminuir el déficit, pagar la deuda y hacer que el crédito fluya hacia empresas y particulares. A esta opción se han adherido las respectivas oposiciones de los países rescatados o al borde del precipicio y en general la izquierda acomodada. Tampoco le hacen ascos los gobiernos de los países acosados, eso sí, con una pose meliflua más apropiada para una señorita en un folletín de Corin Tellado que de políticos talluditos que se autodenominan líderes.


Estas dos alternativas tienen la misma madre y lamentablemente el mismo final. Ambas nos conducen a otra crisis, con toda seguridad mayor. La propuesta neoliberal considera que es posible crear un cordón sanitario en torno a los leprosos del momento y aislar así de un posible contagio a los todavía sanos, pasarles algunos medicamentos en forma de créditos caros y rezar por su mejoría. Quieren hacernos olvidar que el causante del trastorno sigue libre, dispuesto a actuar y cada vez más fuerte. Esto se debe a que la enorme cantidad de dinero en manos del casino financiero no ha cesado de crecer y seguirá creciendo e inevitablemente buscará y encontrará nuevas presas. Mientras tanto, la superproducción y exceso de productos, en nuestro caso fundamentalmente inmobiliarios, convivirá con el desahucio de cientos de miles de personas que se sumarán a los ya condenados a las infraviviendas y a las penurias en todas las áreas de nuestras necesidades básicas. La variante socialdemócrata nos plantea diferir los aspectos más demoledores de la actual situación a la siguiente y próxima crisis, alimentando la especulación financiera y fortaleciéndola rápidamente ya que sabemos que el destino final del aumento de la masa monetaria iría en gran parte a los denostados mercados y que estos, como el escorpión del chiste, terminarían mostrando su carácter. Recordad las palabras que hoy mismo hemos oído a Donald Trump los que hayáis olvidado cual es la lógica del capitalismo.


Me sorprende que tras los billones de palabras dichas y escritas en relación a la crisis, sea tan infrecuente oir hablar de Marx, cuando sus palabras sobre las crisis del capitalismo creeríamos que se refieren a la rabiosa actualidad. “Un período de especulación desmedido acompañado de una superproducción invendible, da origen a una crisis financiera que inmediatamente desemboca en una crisis de la economía productiva”. ¿Os suena, verdad?, así describe Marx las crisis del capitalismo. Como yo no tengo ni idea de economía y hablo de oídas, comento esto porque me parece inconcebible el acuerdo monolítico en el que coinciden la aplastante mayoría de economistas, empresarios, políticos, reguladores y comentaristas de prensa, cuando todos sabemos de la dificultad que encontramos para hacer coincidir a nuestro grupo de amigos si los invitamos a cenar, y eso que van a comer y beber gratis. Creo que esta coincidencia unánime es el reflejo de la dictadura mental y publicitaria en la que nos movemos ya que aunque son posibles otras formas de organización socioeconómica y discutirlas solo precisa de atención y raciocinio, nuestra pereza y anquilosamiento mental ha llevado al proceso del pensamiento a ser una especie en vías de extinción, al menos a los ojos de quienes detentan los medios de comunicación, fácilmente sustituible por los formatos publicitarios disfrazados de columna periodística o monólogo radiotelevisivo de opinión que interesadamente evitan o denostan cualquier referencia que no se enmarque claramente en los mandamientos de la única fe verdadera, el capitalismo.


Nos ofrecen dos caras de la misma creencia y un único Dios verdadero, el capital. Dos soluciones al problema y un solo futuro, más crisis. Siempre adelante, sin un momento de duda, hasta el desastre final.


Es triste que mientras nos tienen entretenidos con la prima de riesgo, la Bolsa y esta crisis que solo esperábamos los que no somos economistas ni politólogos, nos obligan a obviar hechos trascendentales que están sucediendo en otras partes del mundo y que influirán muy negativamente en nuestro inmediato futuro.



NOTA: Aquí, en España, aprovechando que el Pisuerga pasa por la Moncloa y que la crisis es mala-malísima, nos han colado una generosa dosis de ideología tintorro party en forma de atentado laboral-abortivo-sanitario-educativo-privatizador-represivo y nos amenazan con doble o triple dosis si nos quejamos. Y esto no es economía, es pura ideología reaccionaria.

miércoles, 20 de junio de 2012

                CALATRAVA CONSTRUYE UN HOSPITAL DE BASURA

Hay días en los que la prensa se supera y enseña todo su muestrario empujado por esa estúpida realidad en la que habitamos. Hoy, Calatrava, Ana Botella y mi querido pueblo, Santiago de Compostela, son su fuente de inspiración.

El genial Calatrava ha cobrado de la Generalitat o Generositat, no recuerdo el nombre con precisión, la “modesta” suma, en sus propias palabras, de 100 milloncejos de eurillos, por diversos trabajos a lo largo de 20 años, ya que les hacía descuento. Probablemente esa pequeña cantidad se debe a que no trabajaba con dedicación exclusiva y mientras tanto hacía horas extra, fundamentalmente haciendo puentes, pero sin desdeñar las estaciones, estadios, centros de convenciones, palacios de congresos, torres de comunicaciones, auditorios y otros pequeños trabajillos que no le restaban mucho tiempo y que no diseñaba por motivos altruistas dado sus dificultades para llegar a fin de mes. Doy fe de que hacía muchas horas extra porque he visto tantos puentes suyos que cuando llego a una nueva ciudad me siento vacío si el horizonte no se ve embellecido con uno. He pensado en proponerle hacer un puente “pret a porter”, disponible para centros comerciales, y así estar tan presente en nuestro imaginario como esas tiendas de Zara, H&M, Mango, Bata, Hugo Boss... que no faltan en ningún templo del consumo que se precie. Los tiempos han cambiado y ahora se hacen ricos los artistas mientras los banqueros se hunden en la miseria. Quizá se han equivocado de profesión y Calatrava debería gestionar Bankia mientras Blesa o Rato pintan los frescos de la Almudena, no olvidemos que el gran Michelangelo ya era conocido por su avaricia.
En Santiago de Compostela, sin que tenga nada que ver con los recortes, dicen, se empezará con el nuevo protocolo de revisiones oncológicas que retrasan y disminuyen las citas de los pacientes con cáncer. Lo curioso del caso es que los pacientes están de enhorabuena y en realidad han recibido una buena noticia. Es una medida que va en contra de la abrumadora medicalización y hospitalitis artificialmente generados en los últimos años, fuente de más problemas que el denostado colesterol. Lástima que se deba a los imaginativos recortes y no al sentido común. Con un poco de suerte pronto elevaremos las cifras de colesterol para ser considerado patológico, dejaremos de endilgarle un “protector gástrico” a todo el que entra en una consulta y de recomendar inútiles complejos vitamínicos y suplementos dietéticos a pacientes adecuadamente alimentados y sin trastornos digestivos ni impedimento para la alimentación oral. Y aún habrá quien diga después que la austeridad no es buena.
Ana Botella ha estado jugando a la ruleta en Eurovegas y le ha salido la B de basurero, así que ha decidido enviar al paro a unos cuantos y eso que no los paga ella sino los impuestos de los ciudadanos. A partir de ahora la recogida de basuras la tendrá el barrio que saque la carta más alta. No sé si Adelson estará de acuerdo ya que me han dicho que es un señor muy limpio o tal vez, junto a la botella y los naipes, les de una segunda oportunidad laboral a los nuevos desocupados reciclándolos (el contenedor dorado) como croupiers o enviándolos a El Escorial, lugar de apropiado nombre para esos pobres diablos que no tenían nada mejor que hacer que regodearse en nuestra mierda, y donde con un poco de suerte se les aparecerá la Virgen y les enseñará el buen camino.

Mi confusión es manifiesta, ya no sé si la solución de nuestros males es acumular basura, acudir al casino, construir puentes o no ir al oncólogo. Tal vez el inagotable ingenio de Calatrava pueda construir un hospital con unas toneladas de euros a cambio de unos millones de basura y eliminar así mi existencial angustia.

NOTA: con esos modestos 100 millones de euros que se ha llevado el inigualable Calatrava se hubiesen pagado los sueldos de 20 años de todos los médicos especialistas de un hospital de 250 camas, suficientes para atender a una población de 200.000 habitantes, y de los empleados de la limpieza que lo mantendrían como los chorros de oro. Y todos ellos con dedicación exclusiva y manteniendo la atención pública las 24 horas de los 365 días del año. Eso sí, estos curritos son mucho menos vistosos que la Ciutat de las Arts. De las arts de enriquecerse.


jueves, 7 de junio de 2012


     REFORMAS EN SANIDAD: AUSTERIDAD NO SIGNIFICA RECORTES

 
Amparándose detrás de una deuda de 16.000 millones de euros, el Gobierno ha introducido un recorte en el gasto sanitario de 7.000 millones de euros para este año y lo han justificado como consecuencia lógica de un gasto desmedido al que hay que poner freno. Esto no es cierto, o al menos no es más cierto de lo que lo era en cualquiera de los 30 años precedentes; el gasto ha sido similar al esperado, con un déficit anual de unos tres mil millones, en línea con los treinta años precedentes y la deuda era conocida, asumida por todos y consecuencia del modelo de financiación autonómica implantado en 2002 en el que no existe un presupuesto específico para Sanidad, sino que forma parte de la cesta de tributos y gastos que posteriormente se distribuirá según el criterio de cada autonomía y que origina una distribución del gasto en sanidad por habitante diferente en cada CCAA, hasta 400 euros de diferencia por habitante y año, un desproporcionado 35%. Así, al haber disminuido los tributos enviados a la cesta, ha disminuido la parte correspondiente a Sanidad. Con el sistema anterior sucedía algo similar y era preciso cada pocos años que el Estado asumiese el déficit generado; esto se hizo 5 veces entre 1986 y 1996, y por otros medios en años posteriores. En la misma línea recordaré a los que ahora se llevan las manos a la cabeza que el déficit de la Sanidad española entre 2003 y 2007, justo después de la reforma autonómica y en época de bonanza, fue de 10.843 millones de euros y a nadie parecía importarle, empezando por la Comunidad de Valencia que acumulaba un 25% de dicha deuda. En realidad podríamos decir que nuestro Servicio Nacional de Salud ha estado en crisis financiera desde que se implantó en el año 1986 debido a que nunca ha contado con una base legislativa adecuada, con un presupuesto creíble o una gestión autonómica basada en el rigor sanitario. Así, nunca se ha financiado solo con impuestos y siempre lo ha hecho con impuestos más deuda y se ha acompañado de un tratamiento político oportunista. De hecho, si no estuviésemos inmersos en esta enorme crisis económica y social que se inició en 2008, el Estado ya hubiese asumido el déficit actual y posiblemente estaríamos con el saldo a cero en este momento.

Podemos preguntarnos si somos unos manirrotos y el gasto en Sanidad es muy elevado en comparación con otros países. La respuesta es no. Si lo relacionamos con el PIB y renta per cápita veremos que nuestro gasto está en línea con lo que le corresponde en relación con otros países de la OCDE y si lo relacionamos sólo con el PIB observaremos que nuestro gasto es inferior a la media. Esto no hace más que refrendar lo expuesto anteriormente, esto es, la insuficiencia presupuestaria es la causante del déficit y no el gasto.

¿Quiere esto decir que no es necesario reformar el sistema?, en absoluto, el sistema necesita una reforma en profundidad. Una reforma que debe ser política, presupuestaria, educativa, médica y de optimización de recursos. Lo que no necesita son recortes y mucho menos que a los recortes se le tilde de reformas.

Necesitamos una reforma política profunda aquejados como estamos de un sistema informe con 17 cabezas autónomas, nunca mejor dicho, desentendidas entre sí y que se ocultan todos los datos disponibles entre ellos y a los ciudadanos, sean estos de actividad o de costes. No existe unas memorias fiables de actividad ni de presupuestos en las que podamos seguir el rastro a nuestros impuestos. No hay colaboración ni solidaridad ni equidad entre los Servicios Autonómicos, se ocultan las listas de espera y carecemos de índices de calidad asistencial, el parámetro básico para reconocer errores y subsanarlos. Los profesionales son un simple número al que no se le valoran los méritos o la idoneidad para el puesto; si sale uno se pone a otro, preferiblemente “conocido”, como si todos fuesen iguales y se fomentan las designaciones por méritos políticos o pura endogamia y los reinos de taifas como si de un cortijo se tratase. Se implantan sistemas informáticos inadecuados para las necesidades del sistema, desarrollados sin la colaboración de los que tendrán que trabajar con ellos, que entorpecen el trabajo rutinario, aumentan los costes y no están interconectados, lo que debería ser una premisa básica desde la que comenzar. Es imprescindible contar con gestores políticos inequívocamente alineados con la defensa de la sanidad pública y la mejora de la misma y no insertados en el sistema con miras a modificar el sistema hacia su privatización, que ejecuten con criterios profesionales y que abandonen la torre de cristal en la que están cómodamente instalados y aislados del quehacer diario y esto último no lo digo por costumbre, sino que lo avala mi experiencia propia.

Necesitamos una reforma presupuestaria que permita saber cuales son los recursos disponibles y ceñirnos a ella ya que una sanidad sin límites no podemos pagarla. Deberíamos contar con una financiación finalista con un gasto por habitante similar en toda España que asegure un trato parejo a todos los ciudadanos independientemente de si lo son de una autonomía rica o pobre.

Necesitamos optimizar el gasto y hacer un uso eficaz de los recursos humanos y técnicos. Debemos recordar que el principal motivo de que nuestro gasto sanitario se haya mantenido en un nivel de moderación se debe a que los salarios de los profesionales de la salud, en todos sus estamentos, son sensiblemente inferiores a los del resto de países de nuestro entorno. No se puede decir lo mismo del gasto farmacéutico que es el segundo mayor del mundo, solo superado por USA o del gasto en material y equipamiento. El excesivo gasto farmacéutico tiene en mi opinión muchas y variadas causas y todas ellas relacionadas con las otras reformas que propongo. El marketing político ha extendido la idea de que tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, cosa que los índices internacionales ponen en duda al colocarnos en el puesto nº 26, y que además es gratis, como si nuestros impuestos fuesen donación de los Reyes Magos, colocándonos a los médicos en una posición más cercana a Supermán que a la realidad de nuestros conocimientos. El marketing industrial ofrece a diario a través de los medios de comunicación todo tipo de avances técnicos y farmacéuticos, en la mayor parte de los casos exagerados o por demostrar, haciéndose el juego a si mismos y acordes a la propaganda política preponderante. La ciudadanía carece, salvando excepciones, de una educación sanitaria básica y accede al sistema en busca de ese superhéroe que le han ofrecido y del fármaco milagroso que le libere de sus dolencias. Por último, el médico, exigido por la presión, insuficientemente pagado si se le compara con otros profesionales de su cualificación y responsabilidad, sobrepasado por el número de pacientes y horas de trabajo y desmotivado por el trato que la Administración le depara, claudica y receta, o pide pruebas innecesarias. No debemos olvidar que el Servicio Nacional de Salud no debería incluir ni recetar ningún medicamento que no haya demostrado su eficacia y, en el caso de novedades, no se demuestre fehacientemente sus ventajas sobre los ya existentes de menor precio. Debo recordar que la industria farmacéutica quiere ganar dinero, algo razonable, pero que esa ganancia debe lograrla por su capacidad para ofrecer mejores productos, no por la existencia de un mercado cautivo al que explotar. El equipamiento y material sanitario, distribuido hasta el momento con escasos criterios de racionalidad y tratado como bandera demostrativa de nuestra modernidad, debe también someterse a un profundo estudio. Los médicos no somos diferentes del resto de la población y también nos embelesamos con la última novedad e incluso llegamos a creernos mejores por emplear el último artilugio de la industria, del que desconocemos el precio o preferimos ignorarlo. Digo esto porque sé que es posible realizar un ahorro considerable en material quirúrgico sin merma de la seguridad o disminución de la calidad de la intervención. Es preciso que nos dotemos de medios que permitan desempeñar las funciones sanitarias con seguridad, pero no es necesario que haya de todo en todos los sitios, sino que se distribuya por el territorio en función de una lógica sanitaria y no por criterios políticos, sin reparar en el gasto. Por poner un ejemplo, nunca he podido entender que en Cataluña, con menor población e inferior extensión que Andalucía, el número de hospitales dobla a la de esta, y pese a los esfuerzos catalanes por racionalizar el gasto, muy loables en algunos aspectos, ni es más barata, ni la diferencia de calidad es apreciable.

Necesitamos educación sanitaria y para ello tenemos que pensar a largo plazo y dotar a la escuela de herramientas que permitan mejorar los hábitos sanitarios y el conocimiento de los parámetros básicos de salud a las futuras generaciones, pero también debemos incidir en los actuales usuarios sobre el uso racional con campañas enfocadas en la información, no en el miedo.

Necesitamos una reforma-evolución de los propios médicos hacia hábitos de trabajo en los que prime recuperar la valoración clínica y la relación con el paciente y disminuir el recurso a la prescripción farmacéutica o la repetición de pruebas diagnósticas que poco pueden aportar a lo ya conocido. Es preciso que en este ámbito se potencie el trabajo en equipo y que sea la fuerza de la razón la que impere y no la del escalafón- Necesitamos que se pierda el miedo a dar la propia opinión y que esta sea valorada y aceptada o desechada en función de la evidencia científica. Debemos combatir la endogamia que impide las nuevas aportaciones y que si bien mantiene los aciertos también entroniza los errores e impide que sean solucionados. Tenemos que reforzar la posición de la medicina de familia y lograr que sea realmente la base del sistema y el soporte real de la medicina especializada. No podemos seguir escudándonos en que poseemos el mejor programa de trasplantes del mundo, de elevado precio por otra parte, y tapar con ello nuestras evidentes carencias. Es imprescindible que pensando en las nuevas generaciones se potencie la investigación de calidad con la que comprar el futuro y combatir nuestras limitaciones.

Austeridad significa sencillez, sobriedad, carencia de alardes. No significa merma, empobrecimiento ni ausencia de calidad. Desde la austeridad se puede encarar el gobierno de una nación o una comunidad autónoma y ofrecer un servicio de gran calidad. Recorte significa quitar el excedente, lo que sobra y recortar significa disminuir o hacer más pequeño. No necesitamos una sanidad más pequeña ni tenemos en ella sobrantes humanos que desechar. Reformar es modificar con la intención de mejorar, no de empeorar. Definidas las palabras no actuemos de forma torticera asignándoles un significado que no tienen y ciñámonos a ellas en el contexto que nos ocupa con fidelidad y esmero.

Hecha la exposición, concluyo afirmando que es posible reformar nuestra sanidad cambiando nuestra actitud profesional, aprovechando los recursos humanos actualmente disponibles o incluso incrementándolos y racionalizando el gasto. Recordemos que los recortes presupuestarios hechos por gestores que desconocen la realidad sanitaria no toman ese camino y nos alejan de la excelencia que deseamos, empeorando nuestra realidad.