Como algunos ya sabéis, después de varios meses en los que el silencio definía mi paso por las dependencias directivas del hospital, al fín, el Dr. Hernandez me dijo que mi contrato no sería renovado. Tuve que preguntarle por el de Lucjanna y la respuesta fue similar. Insistí y pregunté por Cristina y aquí sí, ella seguirá. Lo suponíamos. Como dice el sosias de Rudolf Hoss, tiene un curriculum excelente -joven curriculum, de cinco meses como cirujana, aún en lactancia, pero excelente, esperad a que crezca- y opera muy bien -ya lo sabía antes de verla operar, tiene cara de eso-. O como preguntaba Jiménez, allá por el mes de Octubre de 2010, "Queremos que esta chica trabaje con nosotros, ¿Verdad, José Luis?" Teníamos un deseo enorme, tanto como la desvergüenza de algunos y una necesidad mayor, similar a la necedad de otros.
¿Razones para nuestro despido? ninguna, empatía, menos. Y Eusebio de vacaciones. Es curioso que siempre esté fuera cuando pasan estas cosas. Bueno, para algo se tiene al servicio, ¿Verdad David?