Recuerdo tiempos ya
lejanos en los que un mequetrefe con ínfulas, bigote y calzas para
disimular su baja estatura y un innegable complejo de inferioridad
física, nos atormentaba con regularidad a base de ladinos insultos y
dádivas a sus compañeros de pupitre, mientras invadía Irak,
Perejil o buscaba etarras en Atocha.. Recuerdo tiempos menos lejanos
en los que un sonriente y bienintencionado optimista, rodeado de
jóvenes sin experiencia ni cualificación, nos aseguraba que aquello
solo era un breve resfriado del que nos recuperaríamos siendo aún
más ricos y saludables. La burbuja que primorosamente hizo planear
el primero, todavía no había estallado en las manos de su sucesor,
ni nos había mostrado la ponzoña que la envenenaba y que ahora nos
enferma.
Ahora sólo tenemos al
gran líder de las tinieblas y su séquito de locuaces miembros del
Comité de neolengua. gracias Orwell, asombrosamente transformados:
de ejecutivos agresivos dispuestos a comerse el mundo a pienso para
leones; de charlatanes “full time”, a mudos y huidizos convidados
de piedra; de estirados y pomposos petimetres a serviles mayordomos
sureños. Hoy, después de demostrarse que no hemos sido
intervenidos, que no hay condicionalidad macroeconómica ni subida
de IVA, que nunca bajaremos las pensiones ni tocaremos los subsidios
a los parados, que si hemos recuperado la desgravación para la
vivienda hace dos meses ha sido para quedarse... Pués bien, hoy si
podríamos decir una verdad y no lo hacemos para no desmentir a esos
malvados extranjeros y antiespañoles que tan desafortunadamente
llaman Pinocchio a nuestro gran líder. La verdad sería decir que no
pensamos subir los impuestos a los ricos, ni el impuesto de
sociedades, ni el de patrimonio, ni el de sucesiones, ni el IVA a los
artículos de lujo, ni perseguiremos el fraude fiscal, ni
prohibiremos las operaciones a corto, ni lucharemos contra los
paraísos fiscales o la tributación en el exterior, ni las SICAV, ni
la contabilidad o la ingeniería financiera fraudulentas... En fin,
que si Eurasia nos ataca, le damos con la cara en su puño y se lo
destrozamos. ¡No nos conocen bravos!.
¡Cómo añoro aquellos
tiempos!
Que tiempos aquellos
ResponderEliminarMe pararece muy acertado tu blog, lo seguiré en sus opiniones, es muy interesante conocer lo que los profesionales de la sanidad de las Islas opinan. Entre todos lograremos salir de la crisis. economiaapiedecalle.com
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